3. Presta atención al aquí y el ahora
Cuando el estrés persiste durante mucho tiempo, solemos perdernos en nuestros pensamientos y no dejamos de dar vueltas a las cosas en la cabeza. En tales casos, es beneficioso percibir conscientemente el mundo que nos rodea, el aquí y el ahora.
Cuando vuelves al momento presente, de repente los problemas parecen mucho menos grandes y amenazantes, lo que reduce el estrés. La atención plena y la meditación son las dos mejores técnicas para volver a poner los pies en el suelo. Con el yoga matas dos pájaros de un tiro: ejercicio y atención plena.
4. Date un "baño de bosque"
Los "baños de bosque", también conocidos como shinrin yoku, son una actividad beneficiosa para todo tipo de dolencias físicas y psicológicas. En Japón, son incluso una terapia recetada oficialmente por los médicos. Probablemente te suene: un paseo por el bosque, y el estrés disminuye de inmediato. Te vuelves a sentir a gusto en tu propio cuerpo y puedes ver la situación de estrés desde una nueva perspectiva. Pero ¿cómo es posible? ¿Por qué afecta tanto el bosque a tu nivel de estrés?
El bosque emite aerosoles, sustancias producidas por los árboles. Estas sustancias tienen propiedades antiinflamatorias y ansiolíticas. Por lo tanto, inhalar regularmente aerosoles durante un baño de bosque hace que tu cerebro se vuelva más resistente ante circunstancias estresantes.
5. Llama a un buen amigo o amiga
Los humanos somos criaturas sociales que siempre hemos vivido en tribus. Pasar los días solo era una situación que ponía en peligro la vida, porque significaba tener que protegerse uno mismo de los peligros de la vida cotidiana. Es por eso que el cerebro genera una respuesta de estrés ante la soledad: no es seguro estar solo.
Hoy en día, más de 8 mil millones de personas viven en la Tierra, pero la soledad nunca ha sido un problema tan grande. Ya no estamos constantemente rodeados por nuestra tribu, llena de familiares y amigos, lo que genera miedo y estrés (inconscientes). Haz de tu círculo de amigos una prioridad y asegúrate de reunirte con tus seres queridos regularmente. Incluso (¡o especialmente!) si tienes un trabajo muy intenso que exige mucho de ti.
6. Descansa bien por las noches
No hace falta decirlo, pero dormir bien por las noches puede ser todo un desafío, especialmente en momentos de estrés. Esto es así a pesar de que, en realidad, la falta de sueño y tener un biorritmo irregular provocan más estrés. Para descansar bien por las noches, es necesario dormir 7 horas por noche a un horario regular. Lo ideal es, por ejemplo, irse a dormir a las 22:00 todas las noches y levantarse a las 7:00 cada mañana.
Pasear a diario, especialmente por la mañana, también contribuye a un mejor sueño nocturno. La luz exterior y diurna ayudan a estar fresco y alerta durante el día y dormirse fácilmente por la noche. Con ello también mantienes tu biorritmo.
7. Un intestino sano reduce el estrés
El organismo interpreta la entrada de patógenos (generadores de enfermedades) y toxinas como un peligro. Subconscientemente, se produce una respuesta de estrés para que el cuerpo pueda atacar a esos patógenos y toxinas.
Un intestino sano es la principal barrera contra los gérmenes y toxinas. Con ello, se puede prevenir la respuesta de estrés del cuerpo. Tener un intestino saludable depende de comer alimentos saludables.
Come al menos tres porciones de verduras ricas en fibra, champiñones y frutas al día, complementadas con proteínas saludables (aves, pescado o huevos). De esta manera, las frutas y verduras tendrán un efecto reductor del estrés, ya que contribuirán a mantener el intestino sano.
8. Abrazos y masajes contra el estrés
Ya hemos mencionado el contacto social, pero realmente uno de los inhibidores del estrés más poderosos es el contacto piel con piel. Al abrazarse, se libera el neurotransmisor oxitocina, lo que reduce en gran medida el estrés. Este fenómeno es más común entre recién nacidos y madres recientes. Se ha demostrado claramente que los abrazos inhiben la ansiedad y el estrés tanto del bebé como de la madre.
Pero, incluso en la edad adulta, seguimos necesitando un toque de cariño. Abraza a tus seres queridos o acude a un taller de abrazos y experimenta el efecto que esto tiene en ti.
9. Adaptógenos contra el estrés
La naturaleza está llena de poderosas plantas con ingredientes activos que se han utilizado durante siglos para las dolencias relacionadas con el estrés. Estas plantas tienen la capacidad de amortiguar la respuesta de lucha o huida, calmar el cerebro y proteger el cuerpo del impacto negativo del estrés. Las plantas con estas propiedades se llaman adaptógenos. Algunos ejemplos bien conocidos son el ginseng, la bufera, la rodiola, la esquisandra y el ginkgo. Además, ciertas vitaminas B, como las vitaminas B6 y B12, también son buenas para el sistema nervioso y la resiliencia mental.
10. Evita las toxinas para tu cerebro
La dieta media está llena de componentes que afectan negativamente a la función cerebral, lo que genera nerviosismo y ansiedad. A menudo, no nos damos cuenta de inmediato de que esta ansiedad está causada por dichas toxinas, lo que hace que parezca que estamos ansiosos sin motivo alguno.
Algunos ejemplos de estas sustancias son el gluten y la caseína. El gluten se encuentra en la mayoría de los productos de cereales, como el pan, la pasta, las galletas y los pasteles. La caseína es una proteína de la leche de vaca y de todos los productos elaborados con leche de vaca, como el queso, la mantequilla, el yogur y la nata.
El gluten y la caseína pertenecen a la categoría de exorfinas y pueden interferir en el mecanismo de acción de la endorfina, la hormona de la felicidad. Esto nos hace más susceptibles al estrés y los problemas anímicos.
Ciertos glutamatos, como algunos números E (E620 a E625), también pueden provocar nerviosismo e inquietud. El ejemplo más conocido de ello es el glutamato monosódico (MSG o E621). Se trata de una sustancia utilizada para realzar el sabor umami de los alimentos. En algunas personas, la ingesta de esta sustancia puede provocar todo tipo de molestias, como palpitaciones.
Un estilo de vida saludable comienza por una dieta sana y por reducir el estrés, así como por fomentar el descanso. En este artículo te presentamos los consejos que realmente funcionan para estar más relajado.