2. Mantén sana tu flora intestinal
Si tienes problemas en la piel, la explicación podría estar en el intestino. El intestino y la piel están en constante diálogo. Este fenómeno incluso tiene un nombre y se conoce como el "eje intestino-piel" [7].
La mala salud del intestino o la flora intestinal puede deberse a un desequilibrio entre las bacterias "buenas" y "malas" del intestino. Eso se llama disbiosis. La disbiosis puede provocar un aumento de los niveles de inflamación en el cuerpo y causar diversas afecciones cutáneas, como:
- Piel con problemas
- Acné
- Enrojecimiento
Resumen: La conexión entre el intestino y la piel se denomina "eje intestino-piel". La causa de los problemas cutáneos puede estar en el intestino.
3. Mantén tu hígado sano
Además del intestino, el hígado es uno de los principales órganos de desintoxicación. Esta laboriosa parte del cuerpo trabaja las 24 horas del día, los 7 días de la semana para neutralizar las toxinas. ¡Gracias, hígado! Lamentablemente, debido a nuestro estilo de vida occidental, a veces tiene mucho trabajo que hacer y no puede seguir el ritmo con la desintoxicación. Las toxinas se acumulan, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas cutáneos [8], como acné, eccema y psoriasis.
¿Sabías que el acné hormonal también puede deberse a una disminución de la capacidad de desintoxicación del hígado? Las hormonas también se convierten en el hígado.
Aquí tienes algunos consejos para mantener el hígado sano:
- Come la mayor cantidad posible de alimentos orgánicos (sin pesticidas) y sin procesar
- Practica el ayuno intermitente cenando pronto y retrasando el desayuno
- Evita el consumo excesivo de azúcar, alcohol, café y medicamentos
- Bebe regularmente infusiones de hierbas que ayuden a desintoxicar el hígado, como el diente de león, el cardo mariano, el regaliz y el jengibre.
Resumen: Tu hígado puede sobrecargarse debido al estilo de vida occidental. Esto hace que se acumulen toxinas y se desarrollen trastornos cutáneos.
4. Hidrata tu piel desde el interior (también con la nutrición)
El agua es esencial para tener una piel sana e hidratada. Desafortunadamente, se estima que solo 1 de cada 6 o 7 personas bebe suficiente agua [9]. Es decir, de 1,5 a 2 litros al día. Esto se debe simplemente a que nos olvidamos de hacerlo.
El agua:
- Ayuda a eliminar las toxinas
- Garantiza el buen funcionamiento de las células de la piel
También desempeña un papel importante en la circulación sanguínea. Es importante para el suministro de nutrientes y oxígeno a las células de la piel.
Junto al agua, toma nutrientes que contribuyan a la capacidad hidratante de tu piel. Así todo serán ventajas. Por ejemplo, estas sustancias [10,11]:
- Vitamina E: se encuentra en los productos de cereales, los frutos secos, las semillas, las verduras y la fruta.
- Ácidos grasos omega-3: se obtiene de los alimentos procedentes del mar.
- Ácido hialurónico: se halla en las hortalizas de hoja, la soja y los cítricos.
- Vitamina B5 (ácido pantoténico): procede de los huevos, el aguacate y el salmón.
Resumen: Bebe de 1,5 a 2 litros de agua al día en combinación con nutrientes como vitamina E, B5, ácidos grasos omega-3 y ácido hialurónico para tener una piel óptimamente hidratada.
5. Duerme lo suficiente
Puedes ver el sueño como un proceso de mantenimiento para el cuerpo. Durante el descanso nocturno, tu cuerpo se recupera y las células dañadas de la piel se reparan. Esto es crucial para mantener una piel sana y radiante. Establece un ritmo de sueño regular y duerme un promedio de 7 a 8 horas por noche.
Estas son las razones por las que el sueño es tan importante para la piel [12]:
- Renovación celular: En la fase de sueño profundo, las células de la piel se reparan y regeneran. Esto contribuye a tener una piel más fresca y de aspecto más joven.
- Producción de colágeno: Una buena noche de sueño aumenta la producción de colágeno, lo que reduce la formación de arrugas y líneas finas.
- Circulación sanguínea: Dormir mejora la circulación sanguínea. Esto ayuda a reparar los daños causados por la exposición a la radiación ultravioleta y los radicales libres.
- Reducción del estrés: Dormir regula la hormona del estrés (cortisol), lo que es bueno, porque un nivel demasiado alto de cortisol puede provocar trastornos cutáneos.
Los factores anteriores ayudan a que tu piel sane mientras descansas. Sin embargo, hay algo más que cuida tu piel cuando estás en el país de los sueños: la hormona del sueño melatonina.
La melatonina y tu piel
La melatonina es conocida por regular el ciclo de sueño y vigilia, pero también afecta a la salud cutánea [13]. Actúa como un poderoso antioxidante, protegiendo tu piel del daño de los radicales libres. Por lo tanto, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a mantener una apariencia juvenil. También fomenta la regeneración de las células cutáneas mientras duermes. Esto contribuye a una piel más suave, firme e hidratada.
¿Tienes problemas para dormir? Eso puede ser muy frustrante, por lo que hemos escrito este artículo con consejos para mejorar el sueño nocturno.
Resumen: Una buena noche de sueño es esencial para la reparación y renovación de las células cutáneas. La hormona del sueño melatonina también previene el envejecimiento prematuro de la piel.
6. Evita el estrés excesivo
El estrés puede tener un impacto negativo en la piel debido al cortisol, una hormona que se libera en momentos de estrés. Los niveles elevados de cortisol prolongados pueden ser dañinos para la piel. Estas son algunas consecuencias [14]:
Más inflamación: Esto puede provocar enrojecimiento, hinchazón, problemas en la piel y contribuir al desarrollo de afecciones cutáneas (acné, eccema y psoriasis).
Menos producción de colágeno: La disminución de la producción de colágeno puede provocar flacidez de la piel, líneas finas y arrugas.
Una barrera cutánea debilitada: Esto hace que la piel sea más sensible a las influencias externas, como las bacterias, los virus y los alérgenos, y que desarrolle problemas.
Para reducir los efectos negativos del estrés en la piel, es importante encontrar formas de reducir el estrés. Con este artículo, nos gustaría ayudarte a conseguirlo.
Resumen: El estrés prolongado puede incrementar la inflamación (acné, enrojecimiento), reducir la producción de colágeno y debilitar la barrera cutánea.
7. Ten cuidado con el sol y los productos de cuidado personal
Una exposición al sol excesiva puede causar daños en la piel, como un envejecimiento prematuro.
Protege tu piel evitando el sol de mediodía. Además, usa ropa protectora, como un sombrero para proteger la cara.
¿Qué hay del protector solar? Te recomendamos que seas crítico con la calidad y que solo lo uses si corres el riesgo de sufrir quemaduras solares. El protector solar ofrece una valiosa protección de la piel contra los dañinos rayos UV, pero también puede tener desventajas. Por ejemplo, el protector solar bloquea parcialmente la producción de vitamina D, una vitamina importante para la piel.
Además, los protectores solares suelen estar llenos de nanopartículas, como el dióxido de titanio y los parabenos [15]. Estas partículas pueden penetrar en la piel, especialmente cuando es muy sensible o está dañada. Por tanto, elige un protector solar de calidad sin aditivos innecesarios y utilízalo los días en los que corras el riesgo de quemarte.
Desaconsejamos usar gafas de sol constantemente por otro motivo: la luz solar que llega a los ojos estimula la producción de melanina. Esta es una sustancia que oscurece la piel y brinda una protección natural contra la luz solar [16]. Al usar gafas de sol, se produce menos melanina. Y eso hace que tu piel esté menos protegida. Por lo tanto, recomendamos usar gafas de sol únicamente si corres el riesgo de dañarte los ojos con los fuertes rayos UV (o si te ciega el sol al conducir).
Aviso: Ten cuidado con los productos para el cuidado de la piel.
No recomendamos usar protector solar, pero hay más productos que es mejor no ponerse en la piel. ¿Quieres saber más al respecto? Pues sigue leyendo. En general, elige productos suaves y naturales que se adapten a tu tipo de piel.
Resumen: Protégete del sol evitando el sol del mediodía y usando ropa protectora. No recomendamos el uso de protectores solares ni gafas de sol.
8. Deja el tabaco, los azúcares y limita el consumo de alcohol
El tabaco, los azúcares y el consumo excesivo de alcohol pueden dañar la piel, hacer que se vea apagada y acelerar el envejecimiento. Estos son sus efectos:
Azúcar:
- El azúcar en la sangre se adhiere al colágeno de la piel. Esto hace que tu colágeno sea más rígido y menos elástico, lo que puede conducir a una piel menos flexible y a la formación de arrugas.
Fumar [17]:
- Estrecha los vasos sanguíneos. Esto puede reducir el suministro de oxígeno y nutrientes a la piel, lo cual da como resultado una tez apagada y poco saludable.
- Provoca la descomposición del colágeno. Esto puede conducir a la aparición de líneas finas, arrugas y flacidez de la piel.
- Retrasa la cicatrización de heridas después de lesiones y procedimientos quirúrgicos, lo que aumenta el riesgo de cicatrización e infección.
Consumo excesivo de alcohol [18]:
- Causa deshidratación. El alcohol puede provocar deshidratación. La piel deshidratada es más propensa a las arrugas y a presentar una tonalidad apagada.
- Puede aumentar la inflamación del cuerpo. Esto provoca enrojecimiento, hinchazón e irritación cutánea.
- Puede interferir en la absorción de nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales. Esto puede acelerar el proceso de envejecimiento.
- Daña el hígado. Un hígado que funciona bien es importante para una piel radiante.
Resumen: Al dejar de fumar y limitar la ingesta de azúcares y alcohol, puedes contribuir a tener una piel más saludable y retrasar el proceso de envejecimiento.
9. Añade grasas saludables a tu dieta
Los omega-3 y 6 (grasas saludables) contribuyen a una piel más sana a nivel celular [19]. Puedes encontrar estas grasas saludables en los pescados azules, los frutos secos, las semillas, el aguacate y las algas.
Estos son los beneficios:
- Membranas celulares: Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 son componentes cruciales de las membranas celulares. Ayudan a mantener la integridad y flexibilidad de las membranas celulares. Esto es esencial para mantener la barrera de la piel y transportar nutrientes y productos de desecho dentro y fuera de las células.
- Propiedades antiinflamatorias: Los ácidos grasos omega-3, especialmente el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), ayudan a reducir la inflamación en la piel. Esto puede reducir el enrojecimiento, la hinchazón y el acné.
- Hidratación de la piel: Las grasas saludables, como el omega-3, omega-6 y otros ácidos grasos esenciales como el ácido linoleico y el ácido alfa-linolénico, refuerzan la barrera cutánea y evitan la pérdida de hidratación. Esto contribuye a una piel flexible.
- Producción de colágeno: Los ácidos grasos omega-3 también pueden fomentar la producción de colágeno. Un aumento del colágeno ayuda a reducir la aparición de líneas finas y arrugas, y mantiene la piel más tersa y joven.
- Cicatrización de heridas: Los ácidos grasos omega-3 pueden acelerar el proceso de curación de la piel dañada y reducir las cicatrices.
Pero atención: Muchas personas tienen un desequilibrio de omega-3 y 6. Ingerimos demasiado omega-6 sin darnos cuenta y muy poco omega-3. El omega-6 se encuentra en un gran número de productos procesados (platos preparados, galletas y aceites vegetales). Así que céntrate principalmente en la ingesta de omega-3 procedente del pescado azul y las algas.
Lee también: ¿Cómo me aseguro de tener un buen equilibrio entre omega-3 y omega-6?
Resumen: Los ácidos grasos omega-3 y omega-6 ayudan a tu piel a nivel celular. Es importante consumir más omega-3 del pescado azul y las algas, y menos omega-6 de alimentos procesados.
10. Haz suficiente ejercicio
Probablemente no tengamos que decirte que hacer ejercicio es bueno para la salud. ¿Pero sabías que hacer ejercicio también tiene muchos beneficios para la piel? A continuación te los presentamos.
Hacer deporte [20]:
- Ayuda a eliminar las toxinas a través de la sudoración.
- Mejora la circulación sanguínea, lo que favorece la renovación celular.
- Ayuda a equilibrar los niveles hormonales. Esto puede reducir los problemas cutáneos, como el acné y la inflamación.
- Estimula la producción de colágeno y elastina, lo que puede reducir la aparición de líneas finas y arrugas, y hacerte parecer más joven.
Intenta hacer ejercicio al menos tres veces por semana, tanto de cardio como de fuerza. Es importante ducharse después del ejercicio para eliminar el sudor y las impurezas de la piel. Esto evita que los poros se obstruyan.
Resumen: El ejercicio regular puede mejorar la salud de la piel de forma natural y promover una piel brillante y uniforme.